Los gastos deducibles del autónomo son aquellos que podemos descontar en la declaración de impuestos. Te indicaremos las principales partidas que podemos descontar.

Gastos deducibles: cuáles puedo descontar y cuáles no

Los autónomos pueden deducir determinados gastos cuando realizan sus liquidaciones de impuestos, pero el problema es que muchas veces desconocen cuáles pueden aplicar. El trabajo de asesoramiento es fundamental para que no tengas este problema y no pagues más de lo que te corresponde.

Gastos deducibles

El listado de gastos deducibles es susceptible de ampliarse o reducirse según el criterio de la Agencia Tributaria. Para que te puedas deducir un gasto, has de justificarlo con facturas nominativas, demostrar que está relacionado con la actividad que realizas y registrado en tu libro de gastos.

1. Puedes deducir el 50 % del combustible en tus declaraciones de impuestos, así como los gastos de mantenimiento, peajes o parkings.

2. Las comidas de un autónomo se pueden deducir aunque dependerá de la actividad que el trabajador desempeñe. Las dietas están limitadas a un máximo diario.

3. Los seguros médicos y la asistencia también se pueden deducir en el IRPF y otros tributos, con una cantidad variable que alcanza los 500 euros.

4. Las cuotas a la Seguridad Social también son susceptibles de deducirse en buy steroids online las declaraciones de impuestos.

5. Si tienes trabajadores a tu cargo, también serán deducibles los sueldos y salarios que les pagues.

6. Las compras y consumos de explotación también son gastos que te puedes deducir. No obstante, son una parte imprescindible para que puedas realizar tu actividad con normalidad. Los autónomos que trabajen en sus casas pueden hacer constar una parte de los gastos de luz o teléfono.

 

Gastos deducibles: cuáles puedo descontar y cuáles no

 

7. Los tributos de gestión municipal como el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) o el IAE (Impuesto de Actividades Económicas) se pueden deducir. En ocasiones excepcionales, puedes deducir el IVA soportado.

8. Si tienes que alojarte en un hotel por motivos directamente relacionados con tu profesión, este es un gasto que puedes hacer constar.

9. Los arrendamientos son otro de los gastos que podemos deducir en la declaración de impuestos, así como el leasing.

10. Los gastos financieros se pueden deducir, siempre y cuando sean intereses de demora por pagos a Hacienda o préstamos.

11.  Los servicios que te haya prestado un profesional independiente también se pueden descontar cuando presentes tu declaración fiscal.

12. Las amortizaciones son gastos que deduciremos en la declaración con cantidades anuales delimitadas por una tabla que proporciona la Administración.

 

También te va a interesar: Asesoría fiscal, ¿la necesitan los autónomos?

 

Gastos no deducibles

Muchas veces el problema de la deducción de gastos no está en el concepto, sino en las cantidades. En cualquier caso, sí existen una serie de gastos que no son deducibles y que te conviene conocer.

1. La mayoría los tributos como el IVA, el IRPF o el Impuesto de Sociedades (IS) no son deducibles. Ahora bien, recuerda que sí hay determinados tributos que se pueden desgravar.

2. Si tienes que pagar un préstamo, no puedes deducir esa cantidad cuando pagues los impuestos.

3. Las multas y sanciones no son deducibles en ningún caso porque se entiende que has incumplido una obligación.

4. Los gastos que no estén directamente relacionados con tu actividad. Aunque la Agencia Tributaria ya pone límites en las cantidades que te puedes deducir, es conveniente que seas razonable.

5. Los gastos que tengan una antigüedad superior a los 4 años, aunque puedan ser deducibles. En fiscalidad, ese es el periodo de prescripción.

¿Necesitas un asesor?

Disponer de un listado de gastos deducibles te facilitará el trabajo. Si tienes dudas o deseas presentar las liquidaciones correctamente, una asesoría como BKF Asesores te puede ayudar.

Las retribuciones en variable son un elemento salarial que tiene que estar registrado en la nómina. Te hablamos de cómo la legislación española obliga a que se incluya este aspecto.

Los distintos tipos de retribuciones

Hay tres tipos de retribuciones en los contratos laborales: fija, variables o en especie. En todos los casos, y este matiz es importante, hablaremos de salario y lo diferenciaremos de pluses y complementos que se cobran por otros motivos.

Retribución fija

La valoración fija es aquella que está sujeta a un pago de una determinada cantidad todos los meses, quizás con un aumento en función del IPC o según dicte el Convenio Colectivo. Es importante señalar que los aumentos ya están pactados de antemano, de manera que no podemos hablar en ningún caso de una retribución variable.

Esta es la principal retribución que se cobra en la mayoría de los contratos, sobre todo en los del sector industrial, construcción y gran parte de los servicios.

Retribución variable

Las retribuciones variables son aquellas que están sujetas al cumplimiento de un determinado objetivo. Estos bonus también están establecidos, aunque el porcentaje puede variar y sí hay una correspondencia directa entre el rendimiento y lo que se cobra

Lo normal es que este tipo de contrato se firme en sectores como el comercial y, en ocasiones, las retribuciones variables son más cuantiosas que las fijas. También hay otros sectores en los que esta forma se aplica, como el deporte o los directivos.

 

 

Retribución en especie

Finalmente, las retribuciones en especie son aquellas contribuciones no monetarias que también forman parte del salario. Aunque es una fórmula en desuso, suelen incluirse derechos que habían obtenido en el pasado los trabajadores de grandes empresas y que se contractualizan. Las retribuciones en especie se aplicaban para todo tipo de compañías.

Hay una creencia errónea que considera que las retribuciones variables no tienen que estar reguladas, y nada más lejos de la realidad. Es conveniente que sepas cómo se registran para que no tengas problema si haces un contrato con este formato.

 

También te va a interesar: Derechos laborales, ¿es España un país que los proteja?.

 

Cómo se registran las retribuciones variables

Las retribuciones variables tienen que estar contractualizadas y, además, registradas a través de un sistema de medición propio. Si bien puedes elegir la medición, si es importante que informes y que lo tengas establecida antes de firmar el contrato. La legislación da un amplio margen para establecer el criterio de medición pero. una vez que se consensúe, se tiene que cumplir.

Esto implica que no se puede actuar desde la arbitrariedad y, en consecuencia, convendrá que en el acuerdo conste cuáles van a ser las retribuciones variables y los criterios que se utilizarán. Así podrás ofrecer seguridad jurídica a ambas partes, que sabrán a qué pueden atenerse. Uno de los problemas recurrentes de este tipo de retribución es que, por desconocimiento, se generan conflictos que acaban en el juzgado.

Si hay un cambio de criterios de medición y en el contrato esta eventualidad no está prevista, lo mejor sería redactar un nuevo documento para evitar problemas. La jurisprudencia indica repetidamente que los sistemas variables son una parte del contrato y que hay que incluirlos para que no haya ningún tipo de problema.

En definitiva, cualquier tipo de retribución variable tiene que estar explícitamente incluida en el contrato, indicando cantidades y porcentajes que se aplican. Si tienes dudas de cómo redactar el contrato, es fundamental que pidas asesoramiento.

En conclusión

Los autónomos y PYMES suelen desconocer determinados detalles de la legislación laboral. Y, precisamente por eso, es bueno contar con un asesoramiento especializado como el que te ofrece BKF Asesores.

La contabilidad de las pymes es una tarea que puede parecer engorrosa al principio. No obstante, si tenemos toda la información sobre su llevanza, al final nos damos cuenta de que son solo unos pasos sencillos. Sobre todo, hay una serie de claves necesarias que debemos tener en cuenta y que determinan el buen futuro de toda pequeña y mediana empresa.

Qué necesitas saber para llevar una buena contabilidad

Hacienda no perdona a nadie, tampoco a las pequeñas y grandes empresas. Hay ciertas obligaciones que debemos cumplir forzosamente. No obstante, dichas responsabilidades hay que mirarlas desde el punto de vista de una necesidad, pues nos serán muy útiles para llevar al día la contabilidad de la pyme y asegurarnos un futuro próspero. ¿Cuáles son esas claves?

  • Conoce la fiscalidad de tu pyme liquidando tus impuestos dentro de la fecha límite del calendario fiscal que está fijado previamente: Impuesto de Sociedades, IVA e IRPF.
  • No se debe tirar nunca la documentación utilizada para el cumplimiento de las obligaciones fiscales sin antes asegurarse de la prescripción de los plazos. A tenor de lo dispuesto por Agencia Tributaria, esta prescripción ocurre una vez transcurridos cuatro años desde la finalización del plazo de presentación de las oportunas declaraciones.
  • Llevar todo el registro de los gastos y de los ingresos para realizar un balance. La cuenta de caja siempre debe estar lo más actualizada posible.
  • La contabilidad de tu empresa, en 2019, debe estar informatizada. Es una cuestión de ahorro de tiempo y de dinero.

Contabilidad básica y gestión documental

Además del Plan General Contable que explicaremos en el siguiente apartado, hay ciertos libros de los que tienes que disponer para una gestión documental básica. Esta será incluida en dicho plan, y te permitirá tener siempre una buena contabilidad.

1. El libro de ingresos: aquí se reflejarán todos los ingresos que la pyme haya experimentado.

2. El libro de gastos: aquí, como su nombre indica, se incluyen todos los gastos. No importa si son tickets de compras o si se trata de facturas periódicas.

3. El libro de los bienes de inversión de la pyme: en este libro se reflejarán y se registrarán todos los activos que se estima que tendrán una vida útil larga en la empresa, y cuyo coste se difiere en varios ejercicios.

4. El libro que registra las provisiones de fondo y los suplidos.

 

Qué debe incluir tu Plan General Contable

 

Qué debe incluir tu Plan General Contable

Las pymes, además de los anteriores consejos, necesitan tener un plan flexible, pero adaptado a los estándares del Plan General Contable. ¿Sabes qué debe incluir?

1. El fondo de comercio.

2. Los derivados que ostenten inversiones subyacentes en aquellos instrumentos que aún no están cotizados, y que son de patrimonio. Su valor razonable, generalmente, no es posible de concretar con suficiente fiabilidad.

3. Los instrumentos financieros compuestos.

4. Las fianzas que hayas entregado y las que hayas recibido.

5. Los contratos que tenga tu pyme de garantía financiera.

6. Las coberturas contables.

 

También te va a interesar: Asesoría contable, ¿qué nos jugamos en nuestra contabilidad?

 

7. Aquellas transacciones cuyos pagos estén fundamentados en los instrumentos de patrimonio.

8. Los pasivos que se basen en las retribuciones del personal de la empresa a largo plazo.

9. Las operaciones que recaigan sobre aportaciones no dinerarias, fusión o escisión de algún negocio realizado entre las diferentes empresas del grupo, si lo hubiera.

10. Las combinaciones de negocio.

En definitiva, si estudias la contabilidad de la mano de una asesoría contable para pymes, tu empresa siempre podrá determinar de forma muy eficaz sus diferentes estados contables. Además, siempre dispondrás de un acceso real y directo a los resultados de tu actividad comercial. Así, la contabilidad siempre se traducirá en un buen resultado de tu administración.

Los autónomos tienen que conocer cuáles son las partidas que se pueden desgravar para cuadrar mejor sus liquidaciones de impuestos. Te explicamos cuáles son las deducciones más recurrentes de un autónomo.

Las partidas de deducciones de los autónomos

En primer lugar, hay que aplicar el sentido común cuando quieres deducir gastos y decidir la cuantía de las partidas de descuento. Solo tienes que incluir aquellos gastos que realmente estén relacionados con la actividad que realizas y, en caso de duda, aplicar un criterio conservador.

La Agencia Tributaria establece una serie de partidas deducibles. Si no cometes fraude de ley, no habrá problemas en tu declaración. Estos son los gastos deducibles en tu declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF):

1. Sueldos

Los sueldos y pagas extraordinarias que tienes que abonar a tus empleados son uno de los gastos fiscalmente deducibles. También se pueden incluir otro tipo de gastos como los de formación. Este es uno de los principales desembolsos que hay que hacer constar.

2. Gastos de explotación

Los consumos de explotación engloban las compras de las mercancías, los suministros, material de oficina o envases. Cualquier empresa que tenga un mínimo funcionamiento va a tener unos gastos de explotación. Estos datos son fundamentales para deducirlos en tu declaración de IRPF.

3. Seguridad Social

 

Las partidas de deducciones de los autónomos

 

Las cuotas empresariales y de los trabajadores a la Seguridad Social son deducibles, así como las aportaciones a las mutualidades privadas con un máximo de 4500 euros anuales. Es recomendable que revises bien esta cuestión porque hay una serie de deducciones en función del tipo de contrato o de las circunstancias personales de los trabajadores.

4. Arrendamientos y cánones

Los alquileres de locales, renting, cánones u otros arrendamientos que no sean de locales o solares no amortizables son gastos que se pueden deducir. Eso sí, te conviene diferenciar bien con otros gastos que no se pueden deducir porque determinados alquileres no son deducibles en ningún caso.

5. Reparaciones y conservación

Los gastos de reparación y conservación engloban las reparaciones de maquinaria, mantenimiento rutinario o inclusión de piezas y componentes. La principal condición para que estos gastos se puedan deducir es que no supongan una ampliación o mejora en el dispositivo. Dicho de otra manera, si las reparaciones van a mejorar el funcionamiento base de la maquinaria, esos gastos no se deberían deducir.

6. Servicios de profesionales independientes

Las empresas necesitan, en ocasiones, servicios de profesionales independientes como abogados, especialistas en marketing, notarios o agentes comerciales. En este caso, las facturas de los honorarios se pueden descontar y, por lo tanto, te conviene tener en cuenta este aspecto para incluirlas en tu liquidación.

 

También te va a interesar: Asesoría fiscal, ¿la necesitan los autónomos?

 

7. Tributos deducibles

Las empresas pueden deducir los tributos y tasas municipales como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE). Hay algunos casos en los que también será deducible el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), pero conviene estudiarlos bien.

8. Provisiones

Las provisiones, por regla general, no son deducibles, pero sí se reconoce la posibilidad de aplicarlas para planes de pensiones, actuaciones medioambientales y gastos de reparación. Estos casos concretos sí que se pueden incluir en tu liquidación.

9. Amortizaciones

Las amortizaciones sí son deducibles con carácter general, entendiendo como tales las que se indican en la Ley del Impuesto de Sociedades. El inmovilizado tiene una depreciación a lo largo de los años y es normal que se calcule.

Si tienes interés en que te ayuden a presentar tus liquidaciones de impuestos, en BKF Asesores te podemos ayudar porque contamos con el conocimiento necesario.

El Gobierno tiene como objetivo conseguir que la tributación sea equitativa y proporcional. Este es el motivo por el que puede haber cambios en el Impuesto de Sociedades. Te explicaremos cuáles son los tipos de gravamen actuales y la suma real que se paga.

Proyección de cambios a medio plazo en el Impuesto de Sociedades (IS)

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha indicado la necesidad de que las grandes sociedades paguen más por su actividad. El malogrado proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019 incluía una reducción de los tipos impositivos efectivos para las pymes y un aumento para grandes empresas.

Lo cierto es que hay unos tipos mínimos que varían en función de la facturación de las compañías y que hacen que se pague menos de lo fijado en un principio. Las principales pautas para pagar este tributo son las siguientes, siempre que la base imponible sea positiva:

Por motivos prácticos, hay que diferenciar dos aspectos. En primer lugar, el tipo de gravamen general que se toma como referencia para el pago del tributo. Finalmente, aquellas excepciones que matizan la cantidad final que se abona.

Tipo de gravamen general

Como principio general, las empresas tienen que abonar un 25 % de los beneficios de la base imponible para cumplir con la Agencia Tributaria. Ahora bien, conviene señalar que hay numerosas excepciones a considerar que reducen este tipo de gravamen.

Tipos de gravamen especiales

Hay algunas sociedades que tienen un tipo de gravamen inferior fijado expresamente por el Gobierno y que tienen que calcular cuando hagan la liquidación.

Las cooperativas de crédito fiscalmente protegidas pagan un 20 %, las sociedades recién creadas pagarán un 15 % y las entidades sin ánimo de lucro pagan un 10 %. Mención aparte merece el caso de los fondos de inversión y activos bancarios, que solo han de pagar un 1 %.

 

Cuál es la cantidad que pagan realmente las empresas

¿Cuál es la cantidad que pagan realmente las empresas?

La realidad de este tributo es que la cantidad real que se paga varía mucho en función de las bonificaciones que concede el Gobierno. En consecuencia, el tipo efectivo es distinto al tipo de gravamen general y te conviene conocer estos detalles para que no tengas problemas.

Pymes

El cálculo de la campaña 2016 del pago de este impuesto señala que el tipo medio efectivo que se pagó este año ascendía al 16,93 % de los beneficios. La inmensa mayoría de las sociedades mercantiles que pagan el impuesto son pymes, de manera que la media que pagan estas compañías es mayor.

 

También te va a interesar: Asesoría fiscal de empresas.

 

Es importante indicar que las empresas pequeñas pagan de media más que las grandes, puesto que son la inmensa mayoría, no tienen filiales y no pueden beneficiarse de bonificaciones ni deducciones.

Grupos empresariales

Si queremos hacer un cálculo ajustado de lo que pagan las grandes empresas en Impuesto de Sociedades (IS), hay que calcular las ganancias y pérdidas de los grupos empresariales. Lo más habitual es que los grupos empresariales paguen menos que las pymes por todas las exenciones que contempla la legislación.

El cálculo global restando beneficios y pérdidas del total del grupo empresarial ascendería a una media del 11,6 %. Si bien hay una diferencia significativa con las pymes, es menor a la que se pensaba.

Perspectivas de futuro

La intención de realizar modificaciones en el Impuesto de Sociedades es firme y lo lógico es que los próximos PGE que se aprueben incluyan la nueva estructura. Te recomendamos que contactes con una empresa especializada en estos temas para que te indiquen cómo tienes que liquidar el tributo.

Una asesoría con herramientas modernas se ha convertido hoy en día en un requisito imprescindible para las empresas que buscan una ayuda en la delegación de sus trámites administrativos y legales. A grandes rasgos, se trata de una contribución que hace tus negocios más competitivos.

La importancia de contar con el apoyo de una asesoría a la última

Los autónomos, salvo en casos puntuales, no suelen contar con los conocimientos especializados que requiere la gestión de los documentos administrativos que mantienen a su empresa dentro de la legalidad o le reportan beneficios (como sucede en los casos de las subvenciones o bonificaciones tributarias).

Se trata, a grandes rasgos, de trámites complejos y pesados para estos profesionales, los cuales necesitan todo su tiempo para dedicarlo a la supervivencia y al engrandecimiento de sus negocios. Por eso, subcontratar la gestión de estos asuntos al personal experto de las asesorías te viene especialmente bien.

A los conocimientos técnicos de los trabajadores se suman los avances tecnológicos de los que disponemos para llevar a cabo las labores reseñadas. A continuación, te vamos a contar en qué consisten y de qué manera van a mejorar las condiciones de tu empresa. Sigue leyendo.

¿Cuáles son los instrumentos más modernos con los que trabajan las asesorías actuales?

En primer lugar, has de tener en cuenta que las tecnologías de la información y la comunicación ya están presentes en cualquier gestión de nuestro día a día. De esta circunstancia, como cliente, te vas a beneficiar, ya que vas a poder ser avisado en tiempo real (a cualquier hora y en cualquier lugar) de las incidencias que afecten a tu negocio. De este modo, siempre podremos ejecutar una respuesta rápida ante cualquier información que la requiera.

 

¿Cuáles son los instrumentos más modernos con los que trabajan las asesorías actuales?

 

Disponemos de software de gestión con módulos personalizados y especializados en tu sector, sea el que sea. Estos programas cuentan con sistemas de agendas y avisos que nos permiten controlar de un modo preciso el timing de todas las acciones a realizar para garantizar el buen funcionamiento de tu empresa. Así que no te vas a tener que preocupar por la presentación en tiempo y forma de los documentos obligatorios, como las cuentas anuales, dado que nosotros estaremos al tanto y te descargaremos de esta tediosa preocupación.

Como nos encargamos, entre otras labores, de las nóminas, la tributación y la contabilidad de tu organización, necesitamos contar con balances e informes constantes acerca del estado económico de la empresa. En este sentido, las estadísticas, los gráficos y las tablas que nos facilita este software de contabilidad posibilitan que el análisis de los datos que realizamos no sea solamente más sencillo, sino también más certero.

 

También te va a interesar: Asesorías para empresas, cómo saber elegir la más conveniente.

 

Una de las claves de nuestro trabajo consiste en asesorarte acerca del estado de tu tesorería. En este aspecto, es necesario que la información entre los gestores y la empresa se transmita de una forma tan sincera como fluida. Recuerda que los documentos relacionados con el estado de las finanzas de tu empresa que tendremos que presentar deben ser completos y precisos.

Además, estos, los cuales podremos entregar en atractivos formatos que aprovechan las ventajas formales que aportan las nuevas tecnologías, se van a convertir en las cartas de presentación oportunas de tu empresa cuando se entablen negociaciones con otros interlocutores. Nos referimos a empresas con las que vas a acordar asuntos, instituciones públicas a las que pides subvenciones o bancos a los que les solicitarás créditos.

 

Y, ahora que ya sabes lo que podemos hacer por tu empresa, ¡opta por una asesoría con herramientas modernas!

Recientemente ha entrado en vigor el registro obligatorio de la jornada laboral efectiva de trabajo, que obliga a todos los empleados a fichar a la entrada y salida de su centro laboral. Esta norma viene regulada por el Real Decreto Ley 8/2019 de 8 de marzo. Pero su aplicación ha provocado muchas dudas tanto en los empresarios como en sus trabajadores. Por todo ello, vamos a explicarte qué es la jornada laboral efectiva.

Concepto de jornada laboral efectiva

En líneas generales te diremos que se entiende por jornada laboral el tiempo diario (también puede expresarse en semanas o meses) que el trabajador dedica al desarrollo de su actividad profesional. Por tanto, no te habrá resultado difícil adivinar que la jornada efectiva es el tiempo neto que el trabajador dedica a la actividad laboral, descontando periodos de descanso u otros como, por ejemplo, viajes para visitar a clientes, pausas para el café o salidas a fumar. Vamos a repasar contigo todas estas situaciones.

1. Desplazamientos para ver a clientes de la empresa

Para cuestiones como esta, el Ministerio de Trabajo ha editado una guía que trata de responderlas. Y, al tiempo, sirve como instrucciones a la Inspección para que sepa como actuar y también a los profesionales del ámbito laboral. Además, en lo que a esta circunstancia afecta, la jurisprudencia ha dictado que esos viajes deben considerarse parte de la jornada de trabajo.

Y lo mismo sucede con desplazamientos para hacer una reparación. Piensa, por ejemplo, en un fontanero que va a un domicilio para reparar una fuga. El viaje hasta ese lugar se considera parte del tiempo efectivo de trabajo.

 

Concepto de jornada laboral efectiva

 

Caso distinto es el de los desplazamientos del trabajador desde casa a la empresa y a la inversa. Estos no se consideran parte de esa jornada laboral, como por otra parte parece lógico.

En cuanto a si esas salidas deben quedar anotadas en el registro del que antes te hablábamos, la propia guía del Ministerio dice que no es necesario.

2. Pausa para el café

En sentido estricto, debes saber que salir a tomar un café o hacerlo en las áreas de descanso de la empresa no es parte del tiempo de trabajo efectivo y el empresario puede exigir al trabajador que recupere ese tiempo. Cosa distinta es que la dirección de la empresa lo haga o no. De hecho, casi siempre se permiten esas pausas. Tampoco es necesario registrar estas salidas y entradas del centro de trabajo.

 

También te va a interesar: Nueva normativa sobre el registro de la jornada laboral. Soluciones

3. Salir a fumar

Otro tanto puede decirse de las salidas a fumar de los trabajadores. Ese tiempo no se considera parte de la jornada laboral. Pero las empresas no suelen exigir que se recupere, con más razón aún si tienes en cuenta que se trata de plazos de tiempo muy breves. Una vez más, te interesará saber que estas salidas no tienen que quedar registradas.

4. Parada para comer

Muchas empresas tienen jornada continúa. Pero, si esta supera la hora de la comida, están obligadas a permitir a sus trabajadores la parada para comer. De hecho, siempre que una jornada laboral supere las seis horas, el empleador tiene la obligación de facilitar a sus empleados un descanso de quince minutos como mínimo. No obstante, depende de cada convenio fijar si ese tiempo se considera de trabajo efectivo o no.

En conclusión, el concepto de jornada laboral efectiva ha despertado controversias últimamente debido a la obligatoriedad de registrar las entradas y salidas del trabajo. Por nuestra parte, esperamos haberte ayudado a entender mejor todo lo relativo a ella y haberte aclarado las dudas que pudieras tener.

El sistema de pagos fraccionados a Hacienda es una forma de cumplir con las obligaciones con la Agencia Tributaria por parte de una empresa. Te explicamos cómo conocer mejor las devoluciones en la retención en el Impuesto de Sociedades.

La devolución del Impuesto de Sociedades: por qué sucede

La campaña del Impuesto de Sociedades (IS) empieza el 1 de julio y finaliza el día 25. Al igual que en el IRPF, existe la posibilidad de realizar el pago fraccionado con periodicidad mensual o trimestral. La obligatoriedad de la liquidación mensual es para aquellas empresas que facturan más de 6 millones de euros, aunque no lo es en los otros casos.

Lo que muchos no saben es que todos los ejercicios hay un dinero que las autoridades tributarias recaudan de más. En 2019 se ha demostrado que esto sucede año tras año.

Estudio sobre las retenciones

Cuando declaras el impuesto, la Agencia Tributaria ha de indicar si tienes que pagar por este tributo o si hay un saldo negativo. Un estudio conjunto entre el Consejo General de Economistas y el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) indica que cada año Hacienda cobra 2.000 millones de euros de más.

 

 

La consecuencia de esta decisión es clara, que la Administración tiene que devolver más dinero del que ha recaudado porque hay un saldo claro a su favor.

Motivos de la devolución del impuesto

El motivo de esta circunstancia es que se toma como tipo de referencia el periodo anterior y se aplican unos baremos porcentuales fijos en función de la facturación.

El primer motivo es que la empresa paga impuestos de más porque, como se toma la referencia de años anteriores, es posible que haya menos beneficios. No en vano, no siempre se paga lo que corresponde.

El segundo motivo a destacar es que, en ocasiones, hay que aplicar nuevas deducciones que no existían en ejercicios anteriores y que no son retroactivas.

Esto hace que la mayoría de las veces se pague menos dinero porque, o bien la empresa tiene menos beneficios, o bien hay que computar nuevos gastos deducibles.

Plazos de devolución del impuesto

En cualquier caso, lo habitual es que te devuelvan el dinero una vez comprueben la liquidación de este impuesto. El plazo de devoluciones finaliza el 25 de enero y, a partir de ese momento, se pagarán intereses de demora si no se ha satisfecho la cantidad que corresponda.

 

También te va a interesar: Hacienda retiene 2.000 millones de más del impuesto de Sociedades en el pago fraccionado.

 

Es importante que conozcas los límites de los plazos porque es perfectamente posible que tengas que esperar varios meses a recibir el dinero.

¿A quién afecta en mayor medida este dinero que cobran de más las autoridades fiscales? Vamos a comprobarlo.

¿A qué empresas afectará la devolución del Impuesto de Sociedades?

Lo cierto es que la devolución del IS afecta a todo tipo de empresasgrandes, medianas pequeñas. Quizá te sorprenda saber que suelen pagar más las PYMES en términos relativos que las grandes empresas, pero las devoluciones son homogéneas por nivel de facturación y sector social.

Las diferencias entre la Agencia Tributaria y las empresas son un clásico de la fiscalidad y, en ocasiones, los conflictos han sido por varios millones de euros. Por ejemplo, Telefónica tuvo el derecho de cobrar 702 millones de euros por la cantidad que le cobró de más el Estado entre 2008 y 2011, previa demanda.

Si quieres conocer cuáles son tus derechos a la hora de reclamar la devolución de este impuesto, te recomendamos que cuentes con los servicios de una asesoría especializada.