Los tramos del IRPF pueden desajustar los ingresos de los autónomos cuando se acerca el final del ejercicio. Tanto en el caso de los tramos autonómicos como en el de los estatales, existen algunos consejos que te pueden ayudar a que no se produzca esta desagradable situación, comenzando por revisar todo exhaustivamente.

 

Tramos estatales y autonómicos del IRPF

Lo primero que hay que tener en cuenta son los tramos. En cuanto al estatal, el tramo para menos de 12 450 € tiene el tipo del 9,50 %. De esa cantidad a 20 000 €, del 12 %. De 20 000 € a 35 200 €, del 15 %; de 35 200 € a 60 000 €, del 18,50 %; y de 60 000 € en adelante, del 22,50 %. Los tramos autonómicos varían, tal y como se puede consultar en esta tabla de la AEAT.

 

Consejos para autónomos para hacer la declaración del IRPF

Hacer la declaración del IRPF no es sencillo si eres autónomo, ya que Hacienda no dispondrá de todos los datos necesarios para ello. Por tanto, te aconsejamos que lo revises todo adecuadamente, lleves al día tus gastos y conozcas los porcentajes de reducción.

 

1. Añade tus gastos

Si bien es cierto que Hacienda tendrá unos datos económicos de tu año para hacerte un borrador, este estará incompleto. Hay cierta información que debes añadir por ti mismo, y para ello es imprescindible que lleves la cuenta de todos tus gastos al día. Una vez que lo hayas revisado, no olvides añadirlo para que la AEAT pueda aplicarte las bonificaciones.

Además, conviene revisar las tarjetas de crédito y los cheques para no olvidar nada y no desajustar la contabilidad. Tampoco olvides añadir los gastos de representación tanto con clientes como con proveedores, los de tu vivienda en caso de que el trabajo lo realices en ella o los extraordinarios. Estos últimos corresponden a posibles robos, roturas, ventas de inversiones o accidentes.

 

2. Declara las retenciones de tus facturas

Añadiendo tus gastos no finaliza el proceso, pues sigue habiendo partes de tu declaración de la renta que tienes que incluir por ti mismo si eres autónomo. Aunque Hacienda va a tener muchos de tus datos económicos, estos serán muy variados debido a las diferentes retenciones que tienes que aplicar en cada una de tus facturas.

De este modo, conviene que revises estos datos, ya que los porcentajes económicos varían dependiendo del tipo de actividad a la que te dediques. Para declarar las retenciones que has realizado en tus facturas de modo que puedas deducirte estas cantidades de dinero, deberás cumplimentar el modelo 111.

 

3. Ingresos sin registrar

A finales de año es el momento ideal de registrar los ingresos y gastos que hayas olvidado para ajustar adecuadamente tu IRPF. Algunos de los ingresos más típicos que quedan por registrar son los de facturas de ventas, ayudas y subvenciones, intereses, existencias del almacén, restaurantes, seguros de enfermedad o lo que se haya dedicado al autoconsumo.

 

4. Ayúdate de expertos

La mejor manera de ajustar tus ingresos como autónomo a final de año sin dejar nada atrás ni desajustar tus cuentas es contar con la ayuda de asesores. Los profesionales en asesoramiento legal sabrán qué es deducible y qué no, así como la manera en la que debes realizar tus revisiones paso a paso para que salgas beneficiado.

En definitiva, los tramos pueden resultar muy tediosos de realizar si eres autónomo, ya que hay numerosos aspectos que debes llevar al día y revisar posteriormente por ti mismo sin que haya manera de automatizarlos. Por esta razón, nuestro consejo principal es siempre contar con asesores profesionales expertos, que no olvidarán ningún detalle.

 

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Si tienes una pyme, seguro que habrás escuchado hablar de las deducciones del Impuesto de Sociedades. Sin embargo, muchos emprendedores desconocen cuáles son las más frecuentes, llegando a pagar más impuestos de lo que deberían. Por ello, en esta entrada, te explicamos cuáles son para que puedas optimizar los recursos en tu negocio.

 

Las deducciones para las pequeñas y medianas empresas en el Impuesto de Sociedades

Antes de desgranarte las deducciones más importantes, te recordamos que este impuesto grava las rentas que han obtenido las empresas en territorio español. A este impuesto se le pueden añadir deducciones, las cuales aminorarán la carga impositiva que sufren las empresas de todo tipo (en especial las pequeñas y medianas), y que pueden ser las siguientes:

 

1. Deducción por el impulso a determinadas actividades

Si la empresa decide apostar por un sector o actividad, como por ejemplo la Investigación y el Desarrollo, puede disfrutar de deducciones. Así, las deducciones más importantes por el estímulo de actividades son:

  •  Deducciones por la creación de empleo en diferentes colectivos. Por ejemplo, en el de las personas con discapacidad o jóvenes.
  •  Deducción de gastos por formación profesional.
  •  Deducciones por la conversación y mejora del medio ambiente.
  •  Deducción por la reinversión de los beneficios extraordinarios del negocio.
  •  Deducción en la inversión en producciones de cine, series, libros o espectáculos musicales. La desgravación puede llegar al 20% para producciones en España y que hayan superado un millón de euros de valor.
  •  Deducciones por las actividades investigadoras, en desarrollo o en la innovación en tecnología. En este caso, las deducciones pueden llegar hasta el 25 %.

 

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2. Deducciones por doble imposición

Este tipo hacen referencia a los impuestos pagados por lo mismo en el extranjero o tributado en dos sociedades. Existen de dos tipos:

  •  Interna. Hace referencia al reparto de los beneficios que pertenecen a dos o más sociedades que tienen domicilio fiscal en España. En este supuesto, la compañía podrá deducirse el 50 % de la cuota íntegra que corresponde a la base imponible de los beneficios, pero también la totalidad del impuesto en participaciones empresariales que cuenten con un porcentaje igual o superior al 5 %.
  •  Internacional. Se da cuando un sujeto pasivo grava la renta del impuesto en dos naciones o la misma se grava en dos sujetos pasivos y en dos países diferentes. Aquí, la deducción se puede dar, pero escogiendo el menor resultado del impuesto satisfecho fuera de nuestras fronteras, el que corresponda pagar en España o en caso de la entrega de beneficios gravados en el extranjero.

 

3. Bonificaciones

Muchas empresas pueden acogerse a bonificaciones. Algunas de las más comunes y que debes tener en cuenta, son:

  •  Las rentas que se obtengan en las dos ciudades autónomas de España, Ceuta y Melilla. La bonificación puede llegar al 50 % por los negocios realizados en estos dos puntos.
  •  El ahorro puede llegar al 50 % en la cuota al Impuesto si se declaran los beneficios de una cooperativa que está protegida especialmente. Estas pueden ser: las cooperativas de mar, las agrarias o las de trabajo asociado.
  •  Las bonificaciones llegan también a las rentas que procedan del alquilar de viviendas que cumplan con los requisitos actualmente recogidos en la norma. El ahorro puede suponer el 85 % del impuesto.

Para reducir la carga de impuestos de una pequeña y mediana empresa, la misma debe tener en cuenta las deducciones a las que tiene derecho en el Impuesto de Sociedades. La mayoría de organizaciones acuden a asesorías expertas para aplicar estas deducciones en su organización.

 

La nómina es el documento legal que la empresa entrega mensualmente al empleado como justificante de sus percepciones por el trabajo hecho. En ella figuran tanto lo que debe percibir como una serie de retenciones o deducciones que marca la ley. Por todo esto, es fundamental que conozcas bien las partidas de una nómina.

 

Desglose de los conceptos de una nómina

Podemos clasificar los conceptos que aparecen en la nómina en tres grupos fundamentales: los datos de la empresa que la emite y los tuyos como empleado, los ingresos que te corresponden y las deducciones que se practican sobre ellos por diversos conceptos. Vamos a verlos todos más detalladamente.

 

“En BKF by Talenom estamos siempre al día de las novedades laborales, así como de otras áreas de interés para ayudar a las empresas y sus trabajadores a cumplir la ley. Si necesitas orientación y asesoramiento en este ámbito, agenda una reunión con nuestros especialistas y te asesoramos para gestionar tus trámites laborales.

 

1.- La empresa

En tu nómina deben aparecer todos los datos identificativos de la empresa para la que trabajas. Esto incluye tanto el C.I.F. como su ubicación fiscal y el código de cotización que te haya sido asignado por la Seguridad Social como empleado.

 

2.- El trabajador

También deben aparecer en el documento tus datos personales. Y, además, la clase de contrato que tienes, el tiempo que llevas en la empresa, es decir tu antigüedad en la misma, y tu categoría salarial.

 

3.- El periodo pagado

En toda nómina debe venir estipulado el periodo devengado mediante ella. Es decir, el tiempo que has trabajado y por el cual te corresponde el dinero que figura en el documento. Normalmente, ese periodo coincide con el mes natural.

 

4.- Tus percepciones

Es decir, el dinero que te corresponde por el trabajo que has desempeñado. A su vez, esta partida viene desglosada en dos partes. La primera son las percepciones salariales, aquellas que vienen especificadas en el convenio colectivo que te corresponde y que constituyen la base de cálculo para el desempleo o la jubilación, entre otros aspectos. Aquí figuran tanto el salario base como determinados complementos, por ejemplo el de antigüedad y el de plus de convenio si tuvieras derecho a este último.

En cuanto a la segunda, se trata de los conceptos extrasalariales. No entran en el cómputo para los cálculos anteriores y te corresponden para compensarte determinados gastos que has tenido. En este apartado se hallan por ejemplo las dietas o una posible indemnización porque te han cambiado de centro de trabajo.

 

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5.- Las deducciones

También conocidas como retenciones por tratarse de cantidades de tu salario bruto que la empresa te descuenta por ley. Entre ellas, se encuentra la retención por I.R.P.F., la de contingencias comunes, la de desempleo y la destinada al Fondo de Garantía Salarial, la de accidentes o la de formación profesional.

 

6.- Bases legales

Este apartado se refiere tanto a las bases de cotización relativas a tu nómina como a las aplicables a la misma en concepto de impuesto de la renta de las personas físicas.

 

7.- Líquido a cobrar

Esta partida es muy importante para ti, ya que se trata de la cantidad de dinero que vas a percibir. Es el resultado de restar al salario bruto todas las cantidades de que te hemos hablado en concepto de retenciones o deducciones.

 

8.- Datos espacio-temporales

Con este nombre queremos referirnos al lugar de emisión de la nómina, la fecha de la misma, la firma y sello de la empresa y a tu propia firma. No obstante, esta última no es necesaria si has recibido el dinero por transferencia bancaria y puedes demostrarlo con un documento válido.

En conclusión, estas son las partes esenciales de una nómina. Es muy importante que estés familiarizado con todas ellas para poder comprobar si tu empresa te la está haciendo bien o, por el contrario, debes pedirle que la corrija en algún punto.

Cuando se acerca el último cuatrimestre del año, necesitamos una asesoría fiscal. Las razones para contar con este tipo de servicios son innumerables, comenzando por sus múltiples ventajas, que veremos a continuación, así como la tranquilidad de estar de la mano de los mejores expertos.

 

Razones para contratar una asesoría fiscal en el último cuatrimestre

El último cuatrimestre fiscal de este año se corresponde con la declaración realizada entre el 1 y el 30 de enero de 2021. Pero ¿por qué necesitas contar con expertos en asesoramiento fiscal? Y, sobre todo, ¿por qué es especialmente importante hacerlo en este cuatrimestre?

 

1. Asesoramiento cercano e indispensable en materia fiscal

2020 ha sido extraño en todos los aspectos, y hay muchas empresas que desconocen a qué ayudas y subvenciones pueden acogerse, muchas de ellas nuevas, a causa de la llegada de la COVID-19.

Ahora que se acerca el final del año, es el momento de que cuentes con expertos que te asesoren sobre cuáles puedes solicitar y a qué ayudas puedes acogerte de acuerdo con las condiciones de tu empresa y con las que hayas tenido durante todo el año.

Además, ya sea por la situación excepcional que estamos viviendo o simplemente porque en cuestión de normativa es lo natural, la materia fiscal siempre está sometida a cambios. Con una asesoría fiscal detrás estarás seguro de que no te dejas nada en el tintero y te ahorrarás tiempo y esfuerzo, así como el peligro de multas si lo buscas por ti mismo. Por otro lado, podrás beneficiarte de los cambios positivos con carácter retroactivo; los expertos te indicarán de cuáles y cómo hacerlo.

 

2. Optimizas el tiempo, tus recursos y tu esfuerzo

Como te decíamos en el apartado anterior, una de las ventajas de contar con una asesoría fiscal es la optimización del tiempo y del esfuerzo, pero tampoco podemos dejar atrás el mejor aprovechamiento de recursos en tu empresa. Especialmente, esto se hace importante al final del año, que es cuando tenemos que cerrar las cuentas y hacer un balance del año. En el último cuatrimestre es cuando más necesitas a una asesoría que te ayude a que tus cuentas acaben lo mejor posible.

 

3. Gestión confidencial y puntual de tus trámites

No es raro vernos con el agua hasta el cuello en una empresa en cuestiones de entregas y de liquidaciones de impuestos, sobre todo en el último cuatrimestre. Las asesorías fiscales harán que tus impuestos, ya sea el IRPF de los trabajadores, el impuesto de sociedades o el IVA, se presenten de manera puntual y la gestión será completamente confidencial.

 

4. Planificación personal de la estrategia de tu sociedad

Una de las funciones de las asesorías fiscales es ayudarte con la estrategia empresarial de forma completamente personalizada. Es decir, teniendo en cuenta tus condiciones, así como el sector en el que te mueves. La planificación de la estrategia de tu sociedad es importante durante todo el año, pero mucho más en el último cuatrimestre.

En este periodo es cuando mejor se puede observar la trayectoria anual que ha seguido la empresa, los baches que ha habido y cuándo y por qué ha ido mejor. Así, el último cuatrimestre es el mejor momento para hacer una buena planificación para el próximo año, sobre todo de la mano de un equipo multidisciplinar de expertos.

En definitiva, la ayuda de una asesoría fiscal en el último cuatrimestre del año es especialmente importante por la seguridad jurídica que te aporta, ya que en caso de haber existido algún error en los anteriores, lo corregirá. Además de darte tranquilidad, una asesoría un gran ahorro de tiempo para ti, que podrás dedicar a potenciar otros aspectos de tu empresa.

 

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