Es importante conocer qué es exactamente un contrato mercantil para ser conscientes de cuáles son las obligaciones contraídas con dicho tipo de contrato.

Para que esta labor te sea lo más sencilla posible, en este artículo vamos a analizar todo lo que debes saber al respecto de los contratos mercantiles.

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¿Qué son los contratos mercantiles?

Comenzamos con la definición de los contratos mercantiles. Se trata de un tipo de contrato que especifica el acuerdo entre dos partes (ya sean físicas o jurídicas) con el fin de realizar un intercambio comercial.

En este documento, que consta con validez legal, se establecen las obligaciones de cada una de las partes implicadas. Además, su principal finalidad es la de realizar un intercambio de bienes o servicios entre ambas partes, considerando cualquier tipo de asesoría en madrid 

Diferencias de los contratos mercantiles de un contrato laboral

Para que lo comprendas mejor, vamos a ver cuáles son las principales diferencias que tienen este tipo de contratos con respecto a un contrato laboral convencional.

  1. El contrato laboral está destinado a labores dependientes en las que un solo empleador organiza y dirige a diferentes trabajadores que se encuentran a su cargo.
  2. A diferencia, el mercantil supone que ambas partes son totalmente independientes y no existe una relación laboral entre ellas.
  3. Además, en el contrato laboral existe la subordinación, mientras que en el mercantil ambas partes se encuentran en igualdad de condiciones.
  4. Algunos de los aspectos que pueden quedar pactados en los contratos mercantiles no son viables en los laborales.

Cláusulas de los contratos mercantiles

Los contratos mercantiles deben contar con unas cláusulas estándares para ser legales. En este referente, las cláusulas mínimas que debe incluir son:

  • Una correcta identificación de ambas partes implicadas. Esta debe incluir el nombre completo o razón social, la dirección y el Número de Identificación Fiscal.
  • Una descripción del objeto del contrato y de los servicios que se van a prestar.
  • Explicación de cuáles son las obligaciones de cada una de las partes implicadas, así como las consecuencias de incumplir con el contrato.
  • El periodo de duración de dicho contrato.
  • El método de pago que se establece para el abono de los servicios contratados.

¿Qué son las obligaciones mercantiles?

Cuando se establece una relación jurídica entre dos partes distintas se produce una obligación mercantil. Es importante no confundirlo con los contratos mercantiles, ya que no son lo mismo.

Las obligaciones mercantiles vienen dadas en dos partes: un acreedor y un deudor. Una vez que estas dos partes establecen entre sí una relación que represente un acto comercial, se generará una obligación mercantil.

Las obligaciones mercantiles se encuentran detalladas en el Código Civil Español y en las leyes comerciales.

Tipos de obligaciones mercantiles

Existen diferentes tipos de obligaciones mercantiles, a continuación las detallamos:

  1. Pago de lo indebido. En ese supuesto, aunque la obligación del pago se cumple, se realiza al acreedor incorrecto. Por lo tanto, la ley establece que este dinero debe ser devuelto al acreedor correcto.
  2. Gestión de negocio. Si el dueño o encargado del negocio no se encuentra disponible para efectuar la labor de gestionar el negocio durante un tiempo determinado, dicha responsabilidad recae sobre otra persona. Esta persona debe estar al tanto de cuáles son las obligaciones mercantiles para poder cumplirlas, incluso en el caso de que desconozca todos los detalles de la gestión que se realizaba anteriormente.
  3. Hecho ilícito. En el supuesto de que se produjera un daño a la propiedad ajena, o incluso al propio negocio, el dueño es el responsable de asumir los gastos de la subsanación del daño. Esto se ejecuta independientemente de que el daño se haya producido de forma intencionada o inconsciente.

Esperamos que después de analizar este artículo te haya quedado mucho más claro todo lo referente a los contratos mercantiles y sus características.

El asesoramiento empresarial es uno de los servicios más demandados por las empresas. Ayuda a incrementar la productividad y a mejorar los procesos de toma de decisiones. Y a pesar de ser un servicio tan en auge, sigue siendo un gran desconocido para el público en general. Te lo explicamos en detalle.

¿Qué es la asesoría empresarial?

  • Consiste en el acompañamiento, por parte de profesionales de diferentes ámbitos, en la actividad productiva y económica de una determinada empresa.
  • Este acompañamiento se enfoca en la consecución de objetivos. La principal función es lograr que la compañía alcance las metas que se ha propuesto.
  • Los profesionales que llevan a cabo este tipo de servicios cuentan con una formación especializada en diferentes áreas (comercio, marketing, finanzas, legalidad, etc.) y grandes habilidades de liderazgo.
  • Existen diferentes tipos de asesoramiento, que dependen de los requerimientos específicos de cada compañía.

Ventajas del consulting empresarial

  • Neutralidad: el asesor empresarial es capaz de aportar una perspectiva neutral para solventar los problemas a los que debe enfrentarse la compañía. Elimina la implicación emocional que puede suponer para la Junta directiva o los trabajadores, proporcionando una visión que no está sesgada.
  • Especialización: conoce en profundidad los procesos, su experiencia no es generalista. Esto hace que sea consciente en mayor medida de las mejoras que conviene implementar y pueda ofrecer enfoques de valor que mejoren la organización de la compañía.
  • Ventaja frente a la competencia: este tipo de asesorías se erigen como una ventaja competitiva, y son de gran utilidad para posicionar la empresa o aportarle el valor añadido que los clientes reclaman. De esta manera, propiciará que la compañía se diferencie del resto de marcas del sector.
  • Mayor disponibilidad: la presencia de este tipo de profesionales permite que la dirección resuelva todos los problemas que surgen en la empresa. En este sentido, se dispone de más tiempo libre para destinarlo a tareas esenciales que requieran una atención prioritaria.

Tipos de asesoría: laboral, mercantil y/o contable

Existen diferentes tipos de asesoría en función del área que se desee cubrir. Las más demandadas son las asesorías de tipo laboral, mercantil, y contable. Cada una de ellas presenta una serie de características propias que la diferencian de las demás:

  • Laboral: consiste en la gestión de todas las tareas y procesos relacionados con el aspecto laboral de una empresa. Esto implica la tramitación de los contratos, las altas y bajas en la Seguridad Social, las nóminas, etc. Además, el gestor laboral se asegura de que la empresa cumpla con la legalidad vigente en esta materia.
  • Mercantil: el asesor mercantil es un experto en derecho mercantil. Como tal, orienta a la empresa para que todos los trámites administrativos estén correctamente presentados. La cantidad de trámites mercantiles que debe acometer una empresa hace que sea altamente recomendable contar con este tipo de profesionales.
  • Contable: los profesionales contables se ocupan de llevar al día la contabilidad de la empresa. Resuelven cualquier incidencia que pueda suceder en este sentido, e implementan las acciones pertinentes para mantener las relaciones con la administración al día. Este servicio es especialmente relevante para que las cuentas de la empresa permanezcan limpias y en orden.

Como ves, la asesoría empresarial es un servicio de primer orden del que ya hacen uso multitud de empresas. Posibilita delegar determinados procesos y contar con la visión de un profesional. Ello aporta valor y hace posible identificar con rapidez los contratiempos, teniendo un mayor margen de maniobra. Como profesionales especializados, proveen de una decisiva ventaja competitiva a la empresa y ejecutan mejoras, a todos los niveles, que sirven para aumentar su productividad y presencia en el mercado.