Estamos seguros de que has escuchado hablar de la base reguladora en más de una ocasión. Sin embargo, es habitual no comprender qué es exactamente, cómo se calcula o si es lo mismo que la base de cotización.

Por ese motivo, en el artículo de hoy te brindamos una breve asesoría analizando todo lo que debes saber sobre este concepto y cómo se puede calcular en cada caso.

Qué es la base reguladora

Es la referencia que emplea la Seguridad Social para realizar el cálculo de las prestaciones a las cuales tienen derecho todos los autónomos que cotizan. Para efectuar el cálculo de estas prestaciones se establece un porcentaje de dicha base. Sin embargo, no siempre se calculan de la misma manera. A veces es necesario sacar la media de la base de cotización para poder realizar el cálculo de la prestación.

Diferencias entre base de cotización y reguladora

Aunque muchos se confunden y creen que se trata de lo mismo, la base de cotización y la reguladora no tienen por qué coincidir. Y es que, para entender la diferencia, tenemos que tener en mente que los autoempleados pueden cambiar su base de cotización hasta cuatro veces al año, para adecuarla según sus necesidades.

Por eso, y recordando que la reguladora es una base sacada a partir de la media de la base de cotización, ambas pueden diferir entre sí. Esto dependerá, principalmente, de si se ha modificado la base de cotización en el transcurso del periodo a tener en cuenta. En caso afirmativo, no coincidirán la base de cotización y la reguladora. Por tanto, será necesario sacar la media para obtener la cuantía de la prestación a percibir.

Un dato a tener en cuenta es que la base mínima de cotización para este año es de 960,60 euros, mientras que la máxima se sitúa en los 4139,4 euros al mes.

Prestaciones habituales y el cálculo de sus bases reguladoras

Para poder realizar el cálculo de la base es necesario tener en cuenta cuál es la prestación a la que se quiere optar, ya que el periodo que se tiene en cuenta varía en función de esta.

A continuación, analizamos las principales bases y la manera en la que se calcula cada una de ellas.

Cálculo de la prestación por maternidad

Para calcular la prestación que se obtiene por paternidad o maternidad es necesario realizar el cálculo teniendo en cuenta la base diaria que corresponde a la suma de la base de los últimos 6 meses, y dividirla entre 180.

Cálculo por cese de actividad

En el caso de un autónomo que da de baja su actividad en el RETA, este tiene derecho a cobrar una prestación por desempleo. Dicha prestación se calcula a partir de la media de las bases de cotización de los últimos 12 meses anteriores al cese de la actividad.

Cálculo para la jubilación

Para calcular la prestación por jubilación es necesario tener en cuenta los anteriores 300 meses de cotización, es decir, los últimos 25 años.

Finalmente, se aplican unos parámetros en función de la cantidad de años que se hayan cotizado para determinar el porcentaje de la prestación. Por ejemplo:

  • 15 años cotizados corresponden al 50 % de la base
  • 35 años y medio corresponden al 100 % de la reguladora

Sin embargo, es de destacar que a partir del 2027 será necesario haber cotizado al menos 37 años para poder alcanzar una prestación equivalente al 100 % de la base.

Esperamos que después de analizar este artículo te haya quedado mucho más claro la diferencia existente entre la base de cotización y la reguladora, así como se calcula en función de la prestación a la que se quiere optar.

Si eres autónomo y te estás planteando constituir una sociedad para tener una presencia laboral más profesional o, simplemente, para reducir tus obligaciones personales, este artículo te interesa.

Sigue leyendo porque vamos a analizar todo lo que debes tener en cuenta antes de hacer el cambio. Además, analizaremos cuándo es rentable pasar de autónomo a SL. Así que, sin más, comenzamos.

Cuándo pasar de autónomo a SL

Lo primero es saber cuándo merece la pena cambiar de autónomo a SL. Para ello, necesitas conocer en qué situación se encuentra tu negocio, el nivel de facturación actual y la solidez con la que cuentas.

Si aún no estás bien consolidado en el sector, lo mejor en tu caso será permanecer como autónomo. Si por el contrario, tu negocio está empezando a generar unos ingresos considerables, puede que sea el momento adecuado para dar el salto.

En concreto, si los beneficios que obtienes de tu actividad superan los 40.000 € anuales, constituir una sociedad te será más rentable que seguir siendo autónomo. Esto se debe principalmente a la tributación progresiva del IRPF como autónomo.

Pasos para pasar de autónomo a SL

Si ya te has decantado por crear una sociedad, estos son los tres pasos que debes seguir para conseguirlo:

1. Informar en la Seguridad Social del cambio

Para comunicar a la Seguridad Social de tu nueva situación tendrás que presentar el Modelo TA521/6. Este modelo lo puedes entregar tanto de forma telemática como presencialmente.

2. Constituir tu SL

El siguiente paso será constituir la sociedad. Para ello debes inscribir y registrar la SL. Para ello, es necesario seguir estos puntos:

  • Conseguir el Certificado de Denominación Social en el Registro Mercantil.
  • Abrir una cuenta bancaria a nombre de la sociedad en la que debes ingresar el capital social. Este nunca podrá ser inferior a los 3000 €.
  • Escribir los estatutos de la sociedad en el que se incluyan los datos identificativos de la empresa, la forma de gestión y el capital social.
  • Acudir al notario para firmar la escritura pública de constitución de la sociedad.
  • Obtener el NIF (Número de Identificación Fiscal).
  • Inscribir la sociedad en el Registro Mercantil.

3. Ponerte al día en Hacienda

Para ponerte al día con Hacienda, hay que separar los diferentes escenarios en los que te puedes encontrar:

  • Respecto a la persona física. Si la actividad que desarrollas se clasifica como “profesional” en el IAE, y seguirás desarrollando la misma actividad, serás un autónomo societario de la SL. En este caso, no tienes que darte de baja en Hacienda, pero sí tendrás que actualizar en el RETA la base de cotización. Si la actividad que desarrollas se clasifica como “empresarial”, entonces sí será necesario darte de baja en Hacienda como persona física.
  • Respecto a la persona jurídica. Tienes que dar de alta a la sociedad mediante el Modelo 036 con la fecha de inicio de actividad. Además, debes presentar el ITP y el AJD mediante el Modelo 600.

Cosas a tener en cuenta para pasar de autónomo a SL

Algunos aspectos que debes de tener en cuenta es que, con una sociedad, deberás dedicar una mayor cantidad de tiempo a la administración de la empresa.

Además, estarás obligado a llevar un control exhaustivo de la contabilidad de la sociedad y tener todos los documentos contables previstos por la ley (libro Mayor, libro de registro de socios, libro de actas, etc.).

Como hemos visto a lo largo del artículo, no a todo el mundo le merece la pena dejar de ser autónomo para pasar a constituir una sociedad. si deseas Sin embargo, esperamos que, después de leer este artículo, y con nuestra breve asesoría tengas más claro cuándo te conviene y cómo hacerlo.

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