El cierre temporal de negocios derivado del confinamiento por la pandemia ha dado lugar a una crisis económica de dimensiones aún desconocidas. En consecuencia, numerosos negocios se están planteando si convertir un ERTE en definitivo. En esta entrada te explicamos las condiciones de empresa para un ERE.
El ERE, una medida drástica
El ERE (también conocido como Expediente de Regulación de Empleo) es una de las medidas más difíciles que pueden tomar las empresas cuando dejan de ser económicamente estables. Se trata del despido de un gran número de trabajadores que se lleva a cabo exclusivamente por causas de fuerza mayor y habiendo recibido la autorización previa.
A pesar de las numerosas modificaciones que se han realizado, la legislación es muy clara en este aspecto y estipula cuándo un despido colectivo se considerará un ERE y, por tanto, estará sujeto a una serie de condiciones especiales.
Principalmente, debes tener en cuenta el número de trabajadores que van a ser despedidos en un periodo de 90 días:
- 10 personas, en caso de que la empresa tenga una plantilla de 100.
- El 10 % del personal, si la plantilla está compuesta por entre 100 y 300 trabajadores.
- 30 miembros del personal, en caso de que la compañía tenga más de 300 empleados.
Asimismo, no olvides que no siempre es necesario despedir a los empleados. Si es suficiente, se pueden imponer reducciones de jornada de manera temporal.
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¿Bajo qué circunstancias puede una empresa activar un ERE?
A continuación, te damos a conocer las cuatro situaciones que pueden darse, de acuerdo con la legislación, para que un ERE esté justificado: económicas, productivas, técnicas y organizativas.
1. Económicas
La primera situación bajo la que puedes llevar a cabo un despido colectivo es cuando se produzca una disminución persistente de los ingresos del negocio. Es decir, cuando se alcancen tres meses consecutivos en los que el nivel de ventas sea inferior al del mes anterior y, además, inferior al registrado en el mismo trimestre del año previo.
2. Productivas
Algo similar ocurre con la demanda de los productos o servicios que preste la empresa, pues si se prevé que esta disminuirá considerablemente, el despido colectivo está igualmente justificado. Ten en cuenta que no hace falta que sea una pérdida de demanda real, sino que puede basarse en una estimación.
Valga como ejemplo que si una circunstancia grave en una región hace que la llegada de extranjeros se limite de manera significativa, una empresa dedicada al sector estará delante de una drástica caída de la demanda. En consecuencia, podrá despedir a parte de su personal.
3. Técnicas
Otro tipo de las circunstancias que lo permiten es cuando se produce un cambio brusco en los medios de producción. Por ejemplo, si una fábrica implanta una nueva tecnología que sustituye a la mano de obra humana, puede prescindirse de los empleados argumentando que es una vía para que la empresa incremente su rendimiento.
4. Organizativas
Este último tipo de causas es muy similar al anterior, ya que se basa en la implantación de una nueva tecnología que puede sustituir con plena eficacia al personal. Sin embargo, no estamos hablando de motivos técnicos, sino de la dificultad de organizar y de llevar a cabo el trabajo con normalidad.
Como has podido ver, existe multitud de circunstancias que avalan la aplicación de un ERE. Pero recuerda la importancia de contar con un asesor que se haga cargo de analizar la situación de la empresa y, si es necesario, de hacer las gestiones oportunas para que el despido colectivo se produzca legalmente.