España no se caracteriza por tener una legislación impositiva sencilla. Realmente es todo lo contrario. Existen muchos impuestos a tener en cuenta en España que afectan desde a la persona física hasta las grandes sociedades, pasando por el empresario individual o autónomo. Si quieres aprender más acerca de los impuestos a las empresas, esto es todo lo que debes saber:
Impuesto de Sociedades
Es el impuesto estrella para las empresas y, sin duda, el más conocido. Este impuesto grava un porcentaje sobre el resultante de la diferencia entre los ingresos y los gastos totales (aplicando reducciones y deducciones) en un año fiscal (1 de enero al 31 de diciembre).
En este caso, el tipo general se sitúa en un 25 %, pero no se aplica a todas las empresas:
- Durante los dos primeros años, en el inicio de la actividad, podrás acogerte a la tarifa para emprendedores por el que solo pagarás un 15 % en IS.
- Si formas una cooperativa (ideal para empresas del sector primario) podrás aplicarte un 20 %.
- Por otro lado, si es tu intención fundar una organización sin ánimo de lucro podrás aplicarte un 10 % sobre los beneficios.
IVA
Al igual que el Impuesto de Sociedades, se trata de un impuesto estatal gestionado por el Gobierno. Al igual que los autónomos, las sociedades tienen que abonar este impuesto a la Agencia Tributaria.
Cuando, como sociedad, vendemos un producto o un servicio tenemos la obligación de repercutir un tipo de IVA (dependiendo de la naturaleza del bien) que pagará el comprador. No obstante, nosotros seremos los encargados de «guardar» ese dinero para posteriormente abonarlo rellenando el modelo correspondiente.
Para hacernos una idea, en 2020 el tipo medio de IVA fue del 15,8 %, pero su tipo general es del 21 %.
IRPF
Al igual que sucede con el IVA, la empresa no paga IRPF como tal, pero sí es el encargado de abonar a la AEAT las retenciones aplicadas en la nómina de sus trabajadores.
Dicho pago se realizaría, al igual que en el caso de los autónomos, de forma trimestral. No obstante, para empresas con muchos trabajadores, este pago podría ser mensual.
IAE
El Impuesto sobre Actividades Económicas es un impuesto municipal, pero que se gestiona conjuntamente con el Estado. Se paga una vez al año a la Agencia Tributaria, que será la encargada de gestionar la cuota nacional y municipal.
No están sujetos al pago del impuesto aquellas empresas que tengan menos de dos años de vida o tengan una facturación inferior al millón de euros.
Impuestos locales, especiales o medioambientales
Dependiendo de la naturaleza de la actividad de nuestra sociedad, podríamos vernos sujetos al pago de impuestos especiales (como en algunos proceso del sector eléctrico, agua, carbón o determinados medios de transportes).
Por otro lado, se tendrá que pagar impuestos medioambientales por la producción de energía eléctrica, nuclear o la emisión de residuos o gases.
Con independencia de todo lo anterior, también es posible el pago de ciertos impuestos locales (como el IBI, el ICIO…), pero dependerán de tu localidad y de la naturaleza de tu actividad.
En conclusión, es importante tener muy claro los impuestos que tienes que afrontar como empresa para no tener problemas en un futuro con la Agencia Tributaria. El sistema impositivo español es muy complejo y los impuestos a las empresas son muchos y difíciles.
Como impuesto más importante destaca el Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios aproximados del año fiscal. Pero después tendrás que presentar las retenciones aplicadas a tus trabajadores y el IVA de forma trimestral.
Por último, tendrás que afrontar diferentes impuestos municipales, especiales o medioambientales dependiendo de la naturaleza de tu actividad.