La contabilidad de las pymes es una tarea que puede parecer engorrosa al principio. No obstante, si tenemos toda la información sobre su llevanza, al final nos damos cuenta de que son solo unos pasos sencillos. Sobre todo, hay una serie de claves necesarias que debemos tener en cuenta y que determinan el buen futuro de toda pequeña y mediana empresa.
Qué necesitas saber para llevar una buena contabilidad
Hacienda no perdona a nadie, tampoco a las pequeñas y grandes empresas. Hay ciertas obligaciones que debemos cumplir forzosamente. No obstante, dichas responsabilidades hay que mirarlas desde el punto de vista de una necesidad, pues nos serán muy útiles para llevar al día la contabilidad de la pyme y asegurarnos un futuro próspero. ¿Cuáles son esas claves?
- Conoce la fiscalidad de tu pyme liquidando tus impuestos dentro de la fecha límite del calendario fiscal que está fijado previamente: Impuesto de Sociedades, IVA e IRPF.
- No se debe tirar nunca la documentación utilizada para el cumplimiento de las obligaciones fiscales sin antes asegurarse de la prescripción de los plazos. A tenor de lo dispuesto por Agencia Tributaria, esta prescripción ocurre una vez transcurridos cuatro años desde la finalización del plazo de presentación de las oportunas declaraciones.
- Llevar todo el registro de los gastos y de los ingresos para realizar un balance. La cuenta de caja siempre debe estar lo más actualizada posible.
- La contabilidad de tu empresa, en 2019, debe estar informatizada. Es una cuestión de ahorro de tiempo y de dinero.
Contabilidad básica y gestión documental
Además del Plan General Contable que explicaremos en el siguiente apartado, hay ciertos libros de los que tienes que disponer para una gestión documental básica. Esta será incluida en dicho plan, y te permitirá tener siempre una buena contabilidad.
1. El libro de ingresos: aquí se reflejarán todos los ingresos que la pyme haya experimentado.
2. El libro de gastos: aquí, como su nombre indica, se incluyen todos los gastos. No importa si son tickets de compras o si se trata de facturas periódicas.
3. El libro de los bienes de inversión de la pyme: en este libro se reflejarán y se registrarán todos los activos que se estima que tendrán una vida útil larga en la empresa, y cuyo coste se difiere en varios ejercicios.
4. El libro que registra las provisiones de fondo y los suplidos.
Qué debe incluir tu Plan General Contable
Las pymes, además de los anteriores consejos, necesitan tener un plan flexible, pero adaptado a los estándares del Plan General Contable. ¿Sabes qué debe incluir?
1. El fondo de comercio.
2. Los derivados que ostenten inversiones subyacentes en aquellos instrumentos que aún no están cotizados, y que son de patrimonio. Su valor razonable, generalmente, no es posible de concretar con suficiente fiabilidad.
3. Los instrumentos financieros compuestos.
4. Las fianzas que hayas entregado y las que hayas recibido.
5. Los contratos que tenga tu pyme de garantía financiera.
6. Las coberturas contables.
También te va a interesar: Asesoría contable, ¿qué nos jugamos en nuestra contabilidad?
7. Aquellas transacciones cuyos pagos estén fundamentados en los instrumentos de patrimonio.
8. Los pasivos que se basen en las retribuciones del personal de la empresa a largo plazo.
9. Las operaciones que recaigan sobre aportaciones no dinerarias, fusión o escisión de algún negocio realizado entre las diferentes empresas del grupo, si lo hubiera.
10. Las combinaciones de negocio.
En definitiva, si estudias la contabilidad de la mano de una asesoría contable para pymes, tu empresa siempre podrá determinar de forma muy eficaz sus diferentes estados contables. Además, siempre dispondrás de un acceso real y directo a los resultados de tu actividad comercial. Así, la contabilidad siempre se traducirá en un buen resultado de tu administración.